Cuando
se trabaja con niños con discapacidad visual en edades tempranas, los cuales
deben aprender el sistema Braille como medio de acceso a la lectoescritura,
docentes y padres de familia comparten la preocupación sobre cuál es la forma
adecuada para enseñar y aprender este sistema, dadas las características
particulares del mismo: el Braille exige el desarrollo de habilidades como la
coordinación bimanual y la motricidad fina, además de presentar una importante
diferencia en cuanto a la forma de leer, pues mientras que en la lectura visual
se perciben varias letras o palabras al mismo tiempo, la lectura táctil solo
permite percibir una letra a la vez. Por lo anterior, a continuación
explicaremos algunos aspectos importantes para potenciar en los niños el desarrollo
del tacto, y luego nos centraremos en las características de la lectura
Braille.
APRENDIZAJE
TÁCTIL.
La
progresión del aprendizaje secuenciado es similar en todos los sentidos. Sin
embargo, en los niños con discapacidad visual se debe poner más atención en el
análisis de tareas, en la presentación de las actividades y seguir un orden
progresivo.
Según
Barraga (1985), el desarrollo de la percepción táctil se divide en cinco
etapas: conocimiento y atención, estructura y forma, relación de las partes al
todo, interpretación de representaciones gráficas (en relieve) y aprendizaje
del sistema Braille.
ETAPAS
DEL APRENDIZAJE TÁCTIL.
1.
Conocimiento y atención: el
desarrollo táctil-kinestésico comienza con el conocimiento y atención, para
diferenciar textura, temperatura y superficies vibratorias y materiales de
variadas consistencias. El
niño ciego aprende que él recibe información de los objetos y, al mismo tiempo,
es capaz de alterar y adaptar algunos objetos por el uso táctil-kinestésico
mientras que no es posible modificar otros de la misma forma.
2.
Estructura
y forma: se relaciona con el «conocimiento de las estructuras básicas» de los
objetos. Al colocar las manos alrededor de un objeto, se logra una parte de
información gruesa acerca del mismo, pero moviendo sus manos y trazando la
forma del objeto, se obtiene una información específica y sucesiva, que
facilita su reconocimiento por el nombre.
3.
Relación
de las partes al todo: Objetos completos que pueden ser separados en partes y
armados nuevamente van a ayudarle al niño a aprender la relación de las partes
con el todo. Se trabaja con objetos tridimensionales: autos de juguete,
bloques, y objetos de la vida diaria que tienen partes para armar.
3.Ejemplos: poner las tapas en las cacerolas, las
llaves en las cerraduras, los destornilladores en las cabezas de los tornillos.
4.
Representaciones gráficas: al seleccionar
esquemas estructurales simples tales como formas geométricas que pueden ser
tocadas y representadas en distintas dimensiones, permite al niño gradualmente
obtener sucesivas impresiones táctiles y a medida que sus dedos y músculos se
mueven, siguiendo distintos modelos, puede aprender a asociar el objeto real y
el que está representado.
5.
Signos braille: los signos braille deben ser
introducidos gradualmente; al principio sólo aquellos representados por una
sola letra, más tarde signos representados por palabras completas. En tercer
lugar a través de la confección y reconocimiento de cada grupo de signos se
podrá llegar a introducir grupos más complejos.
LA
LECTURA CON LAS MANOS.
La lectura con dos manos
permite aumentar la velocidad lectora y es, por tanto, un signo de mayor
dominio de esta habilidad. El dedo izquierdo con frecuencia cumple una función
auxiliar respecto al derecho, pues en muchas ocasiones es el primero quien
realiza repasos mientras el segundo sigue progresando en el texto,
manteniéndose de este modo la tasa lectora. Por otra parte, ayuda también
mediante la localización espacial de algunos elementos del texto (inicios de
línea, situación de los márgenes, etc.).
Tipos de lectura Braille:
1.
Es el dedo derecho quien lee. El dedo izquierdo
permanece al principio de la siguiente línea marcando donde ésta empieza y
esperando el movimiento de cambio de línea del anterior.
2.
Ambos dedos se mueven uno junto a otro,
tocándose ligeramente y siguiendo un curso exactamente paralelo, tanto al leer
como al cambiar de línea.
3.
Ambos dedos se mueven juntos y tocándose
ligeramente desde el principio de cada línea hasta casi el final en donde se
separan. El dedo derecho continúa leyendo el resto de la línea, mientras que el
izquierdo salta al inicio de la línea siguiente donde ambos se reúnen para
continuar la lectura.
4.
Es una evolución del anterior. El dedo
izquierdo lee la mitad izquierda de la línea, y el derecho lee la mitad
derecha. Ambos se juntan en el centro, momento en el cual el dedo izquierdo
salta de línea. La coordinación es prácticamente perfecta, siempre hay un dedo
leyendo mientras otro está cambiando de línea.
“negar
oportunidades de aprender aun a través del fracaso, de competir con los
videntes, de participar activamente en la comunidad, es negar también a la
persona ciega la posibilidad de su realización y de su humanización” (Barraga,
1985. P.P. 7).
REFERENCIAS.
1.
Barraga, N. (1985). Disminuciones visuales y aprendizaje: un enfoque
evolutivo. Tomado de
http://www.once.es/serviciosSociales/index.cfm?navega=detalle&idobjeto=45&idtipo=1
2. Rosa, A., Simón, S., & Uertas, J. A. (1993). La lectura en los
deficientes visuales. En Ochaíta, E., & Rosa, a. (Ed). Psicología de la
ceguera.
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