Más allá de la ruta: El invaluable aporte de la Psicología en la Enseñanza de Orientación y Movilidad

Estimados colegas psicólogos e instructores de Orientación y Movilidad,

En el complejo y gratificante campo de la rehabilitación de personas con discapacidad visual, la enseñanza de técnicas de Orientación y Movilidad (O&M) se erige como un pilar fundamental para la autonomía y la calidad de vida. Sin embargo, ¿hemos reflexionado lo suficiente sobre la profunda influencia de la psicología en este proceso? A menudo, nos centramos en la adquisición de habilidades técnicas, pero es la dimensión psicológica la que verdaderamente teje el tapiz de la independencia y la confianza.

La O&M no es meramente el aprendizaje de rutas o el uso de un bastón. Es un proceso cognitivo, emocional y social que implica la reestructuración de la percepción espacial, la gestión de la ansiedad, el desarrollo de la autoestima y la construcción de un nuevo sentido de sí mismo en relación con el entorno. Aquí es donde el psicólogo, con su bagaje teórico y práctico, se convierte en un agente de cambio indispensable.

 

La Psicología en la construcción del mapa mental y la percepción espacial

Para una persona con discapacidad visual, el mundo se percibe de forma diferente. La información visual, que para la mayoría es la principal fuente de datos espaciales, debe ser sustituida por la interpretación de señales auditivas, táctiles y olfativas. La psicología cognitiva nos proporciona las herramientas para comprender cómo se construyen estos "mapas mentales" alternativos. Como señala Vygotsky (1979), el aprendizaje es un proceso social mediado por herramientas y signos. En O&M, el bastón blanco o el perro guía se convierten en esas herramientas, y la guía verbal del instructor en el signo que facilita la internalización del espacio.

Es crucial entender que la memoria espacial no es una capacidad fija, sino que puede ser entrenada y optimizada. La psicología nos permite diseñar estrategias para:

• Desarrollar la conciencia corporal: Ayudar a la persona a comprender su propio cuerpo en el espacio y cómo se relaciona con los objetos circundantes.
• Fomentar la discriminación auditiva: Entrenar la capacidad de identificar y localizar sonidos, que se convierten en puntos de referencia vitales. Sánchez-Caballero y Navarro-Martínez (2020) resaltan la importancia de la audición como sentido compensatorio, permitiendo a los individuos con discapacidad visual construir una representación mental del entorno.
• Estimular la memoria táctil: Promover la exploración y el reconocimiento de texturas, superficies y objetos a través del tacto, fundamental para la orientación háptica, como explican algunos estudios sobre la navegación sin visión (Millar, 2017).

 

Afrontando los desafíos emocionales: Ansiedad, miedo y autoconfianza

Uno de los mayores obstáculos en el proceso de O&M es la gestión de las emociones asociadas a la exploración de un entorno desconocido. El miedo a lo desconocido, la ansiedad ante posibles accidentes o la frustración por la dificultad en la adquisición de habilidades son sentimientos comunes. Aquí, el rol del psicólogo es fundamental en:

• Reducción de la ansiedad: Implementar técnicas de relajación, respiración y visualización que permitan al individuo mantener la calma y el foco durante las sesiones de entrenamiento. La intervención psicológica en el manejo de la ansiedad en personas con discapacidad es un área bien establecida (Martínez-Segura et al., 2019).
• Desarrollo de la resiliencia: Ayudar a la persona a manejar la frustración y a ver los errores como oportunidades de aprendizaje, fomentando una mentalidad de crecimiento.
• Fortalecimiento de la autoeficacia: Como bien postuló Bandura (1987), la creencia en la propia capacidad para organizar y ejecutar las acciones requeridas para manejar situaciones futuras (autoeficacia) es clave para el éxito. El psicólogo trabaja en reforzar esta creencia, celebrando cada pequeño logro y animando la exploración autónoma. La autoeficacia percibida es un predictor importante de la participación en actividades y la calidad de vida en personas con discapacidad visual (Romero-Ortuño & Rodríguez-Barranco, 2018).

 

La construcción de la identidad y la integración social

La independencia en la movilidad no solo abre puertas físicas, sino también sociales. Poder desplazarse de forma autónoma fomenta la participación en actividades cotidianas, el acceso al empleo y la ampliación del círculo social. Desde una perspectiva psicológica, esto impacta directamente en:

• La autoimagen y la autoestima: Sentirse capaz y autónomo contribuye significativamente a una imagen positiva de sí mismo. La independencia en la movilidad es un factor clave en la construcción de una identidad positiva en personas con discapacidad (Verdugo & Schalock, 2013).
• La reducción del aislamiento social: La movilidad permite la interacción con otros, combatiendo el sedentarismo y la soledad que a menudo acompañan a la discapacidad visual.
• La promoción de la participación activa: Un individuo que puede moverse libremente es más propenso a tomar la iniciativa y a involucrarse en su comunidad, lo que refuerza su sentido de pertenencia.

 

Conclusiones

La enseñanza de la Orientación y Movilidad es, en esencia, una labor de empoderamiento. No se trata solo de enseñar a caminar, sino de enseñar a vivir plenamente. El aporte de la psicología, con su enfoque en los procesos cognitivos, emocionales y sociales, eleva la O&M de una habilidad técnica a una experiencia transformadora.

Invito a todos los instructores de Orientación y Movilidad a seguir profundizando en la integración de los principios psicológicos en sus prácticas. Al hacerlo, no solo estaremos formando a individuos con habilidades de movilidad, sino a personas con la confianza, la resiliencia y la autonomía para navegar el mundo con plenitud y propósito.

Un abrazo profesional,

Marian Orozco Martínez/Psicología y Tiflología

 

Referencias

Bandura, A. (1987). Teoría del aprendizaje social. Espasa-Calpe. (Obra original publicada en 1977 bajo el título Self-efficacy: Toward a unifying theory of behavioral change).

Martínez-Segura, S., Pérez-Tejada, A., & Peñacoba-Puente, C. (2019). Intervenciones psicológicas en el manejo de la ansiedad y depresión en personas con discapacidad. Revista Española de Discapacidad, 7(1), 127-143. Enlace al artículo

Millar, S. (2017). Tactile Perception. Routledge.

Romero-Ortuño, R., & Rodríguez-Barranco, M. (2018). Autoeficacia percibida y calidad de vida en personas con discapacidad visual. Psicología y Salud, 28(1), 77-86. Enlace al artículo

Sánchez-Caballero, N., & Navarro-Martínez, I. (2020). La audición en la construcción de la percepción espacial en personas con discapacidad visual: Una revisión. Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología, 40(2), 70-76. Enlace al artículo

Verdugo, M. Á., & Schalock, R. L. (2013). Manual de la Escala de Calidad de Vida de Personas con Discapacidad Intelectual (GENCAT-GQOL-I). Alianza Editorial.

Vygotsky, L. S. (1979). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Crítica. (Obra original publicada en 1978 bajo el título Mind in society: The development of higher psychological processes).