¡Hola, queridos lectores! A mí me encanta el
café, lo disfruto al máximo; y como ya aprendimos a preparar el instantáneo en una
entrada anterior, hoy quiero mostrarles varias formas accesibles de
preparar el café tradicional, el de nuestras abuelas; y les cuento que fue una
de las primeras cosas que yo aprendí a hacer en la cocina. Aquí exploraremos
varias opciones, pero en lo personal, prefiero la cafetera.
El aroma del café recién hecho, el sonido de la
cafetera, la calidez de la taza en tus manos... Preparar café es un ritual que
va más allá de la vista. Es una experiencia que se vive con todos los sentidos.
Si te preguntas cómo puedes disfrutar de este placer de forma autónoma, esta entrada
está pensada para ti. A continuación, exploraremos dos métodos sencillos y
económicos para que puedas preparar tu café perfecto en la comodidad de tu
hogar.
1. Preparación en la Estufa: El Método Tradicional
Este es un método clásico y muy popular en
Latinoamérica que no requiere de equipos sofisticados. Solo necesitarás una
olla, una cuchara y un colador de tela (o de plástico con filtro de papel).
Materiales que necesitarás:
- Café molido de tu preferencia.
- Agua.
- Una olla o pocillo pequeño.
- Un colador o filtro.
- Una taza para servir.
Pasos detallados para el procedimiento:
- Medir los ingredientes: La clave para un buen café es la
proporción. Usa la medida de una cuchara sopera por cada taza de agua que
vayas a preparar. Puedes usar una cuchara medidora o, para mayor
consistencia, una cuchara de las que ya conoces bien en tu cocina. Si usas
las manos, la cantidad de café para una taza es similar a lo que cabe en
la palma de una mano cerrada.
- Calentar el agua: Vierte el agua en la olla y colócala en
la estufa. Enciende la estufa a fuego medio. Es importante que el agua no
hierva por completo, sino que alcance un punto de "roto hervor"
(cuando las burbujas empiezan a aparecer pero el agua no está en ebullición
violenta). Escucharás un suave murmullo. Si tienes una estufa eléctrica,
puedes sentir el calor que se irradia. Si usas gas, presta atención al
sonido del fuego al encenderlo.
- Añadir el café: Cuando el agua esté caliente, retira la
olla del fuego o, con mucho cuidado, bájala a un lado. Vierte el café
molido en el agua. Si lo haces directamente, el agua subirá y sabrás que
está lo suficientemente caliente.
- Reposar: Con la cuchara, revuelve suavemente para que todo el café se
moje. Deja que la mezcla repose por unos 3 a 5 minutos. Si lo dejas más
tiempo, el café será más fuerte y amargo. Usa un cronómetro en tu teléfono
o la cuenta regresiva en tu mente.
- Colar el café: Sostén el colador con una mano sobre tu
taza. Con la otra mano, vierte lentamente el café. Notarás que el líquido
caliente pasa a la taza mientras los residuos se quedan en el colador.
Puedes apoyarte en el borde de la olla o la taza para evitar derrames.
2. Uso de una Cafetera Eléctrica de Goteo: Simplicidad y Comodidad
Las cafeteras eléctricas son muy populares por
su facilidad de uso. Hacen casi todo el trabajo por ti, y las hay en rangos de
precios muy accesibles.
Materiales que necesitarás:
- Cafetera eléctrica de goteo.
- Café molido.
- Filtros de papel.
- Agua.
Pasos detallados para el procedimiento:
- Medir el agua y el café: La mayoría de las cafeteras tienen marcas
que indican la cantidad de tazas. Llena la jarra de agua hasta la marca
deseada y viértela en el depósito de agua de la cafetera. Luego, coloca el
filtro de papel en el porta-filtro. Por cada taza de agua que añadiste,
agrega una cuchara sopera de café molido. El café debe quedar en el centro
del filtro.
- Preparar la máquina: Asegúrate de que la jarra de vidrio esté
correctamente colocada en su base de calor. Cierra la tapa superior.
- Encender la cafetera: Presiona el botón de encendido. Oirás un
clic y, en algunos casos, un leve sonido de goteo. La cafetera calentará
el agua y la hará pasar lentamente a través del café molido. Escucharás el
sonido del agua goteando. Esto es normal.
- Esperar a que termine: Cuando el sonido de goteo se detenga,
significa que el café está listo. La mayoría de las cafeteras mantienen el
café caliente durante un tiempo. Con cuidado, toma la jarra por el asa y
siente el peso. Si se siente más llena, es una buena señal de que el café
está listo para ser servido.
Consejos adicionales para tu experiencia sensorial:
- Aroma: Antes de empezar, huele el café molido. Su aroma es una de
las primeras partes del ritual.
- Sonido: Presta atención a los sonidos: el agua al calentarse, el
goteo en la cafetera. Cada sonido te guía en el proceso.
- Tacto: Siente la textura del café molido con tus dedos, la calidez
de la taza. El tacto te ayuda a ubicarte en el espacio.
- Sabor: Saborea cada sorbo. ¿Es fuerte? ¿Suave? ¿Qué notas de sabor
detectas?
Preparar tu propio café es un acto de
independencia y placer. Con un poco de práctica, encontrarás tu ritmo y método
preferido. ¡Disfruta de tu delicioso café!
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